lunes, 8 de febrero de 2010

El tiempo. ¿Va más rápido de lo que tus recuerdos pueden abarcar de algún pasado?, posiblemente sea así. Aunque ultimamente siento que entre cada segundo se encierra un enlace de eternidad. Todo y yo, y la nada y yo, de un momento pasamos al tiempo y al otro nos encierran las montañas; mudamos de estación, pero dentro de ese cambio han pasado tantos inviernos que no podrían conjugarse dentro de un todo pues son tan distintos como el soslayo que disparo al mundo y la sonrisa que pintan los problemas, las decisiones.
¿Cuántas veces te has planteado objetivos?, ¿cuántas veces se han desteñido al cambiar de océano a nubes?
No, ya no sé con qué mano sostengo las raices. Ni siquiera sé si sostengo algo. El suspiro llega a otros pulmones que no exhalan, sé que no desistiré en esto. Camino sin plantear el destino, si tan sólo pudiera deshacerme del regreso...

Ha pasado una eternidad que ya no cabe en el tiempo y sus mesuras.
¿Qué se sentiría tener un sólo nombre?
Eso es algo a lo que nunca podré responder.

1 comentarios:

Victoria dijo...

Gracias por compartir...
Me ha encantado tu publicación.
Todo cambia, nada es estable... hasta las estrellas mueren, todo esta en constante movimiento.
Un besito.

vicky