sábado, 27 de febrero de 2010

Today

Sábado, la noche cae como el humo de algún fuego lejano ahora extinto. No dejo de pensar en lo poco capaz que soy de comunicar mis interior, no sólo lo que siento o lo en un futil momento pienso que soy; no puedo si quiera exteriorizar lo que pienso, como si un repetino olvido separara el yugo entre mis conclusiones y sólo estuvieran en unión obligada el fuego y el papel donde clavo la brevedad. Si alguien me pregunta lo que acontece de mi vida olvido que hay un pasado a la presente respuesta de "nada". Me gustaría poder abrirme un poco a los demás o al menos ser honesta con las opiniones que digo. Tal vez comprendo que el ser está en constante cambio y no puede construir una opinión fija que permanezca en el recuerdo de alguien, o sólo tengo miedo a mi equívoca opinión sea un remordimiento. Pero si nada es estable, ¿a qué temer?, supongo que como todo miedo nacido de una metafísica es inútil e impostado y debería decir lo que se me venga a la gana. Bueno, de la comprensión nace el camino, pero la solución siempre es tardía, sólo espero encontrarla. En verdad he intentado ser fuerte y barrer con todas las inseguridades que me amarran a una propia esclavitud últimamente, sí, algo he logrado, pero aún no discierno qué tanto he cambiado. Todo a su tiempo.

Hagamos un experimento, mi muy querido blog, deja te cuento qué tanto ha acontecido en mi vida, que ésta sólo se la confío a una persona y siempre lo haré, pero no debería ser tan egoísta con algunas cosas y quizá podría encontrar algún amigo siendo más abierta. Claro, escribir aquí debe ser con sencillez, sólo deberé contar lo que no tema que el eco pueda esparcir.
A ver, mi mente omite todo por considerarlo "poco de importancia o sólo de mi pertenencia", pero que se vaya un rato al carajo.
Primeramente, cada vez comprendo más eso de que entre más te acercas a la verdad, más ignoras. Me he dado cuenta de que:
-Realmente no quiero quedarme a ser otra esclava en la vida laboral, debo encontrar la forma en la cuál viajar por el resto de mi -posiblemente- corta vida.
- Que tampoco quiero ser bailarina de ballet, estoy harta de todo este mundo de apariencias, de hacer todo para complacer a algo más -dígase el público-, quiero hacer algo que me fortalezca, algo para mí, que me de confianza en lugar de anularla con la dependencia a la opinión externa, creo que estas fueran algunas razones por lo cual entré al Ninjutsu.
-Como mujer, debo quitarme toda etiqueta que muestre una debilidad más allá de la natural humana. Debo luchar firmemente contra los malos conceptos.
-No estudio para dedicarme a eso, sino por una de las razones más puras: conocimiento y curiosidad.

También he aprendido que debo valerme por mí misma, a veces me reprimo a hacer cosas por miedo. Debo erradicar todo el miedo y caer en errores y luego saber levantarme, una y otra vez, cuanto sea necesario. Carezco de una madurez que sólo te otorga la independencia, ¿cómo se supone que sepa lo que quiero cuando el mundo que observo es uno que no entiendo?, ¿cómo un príncipe que ha vivido toda su existencia en protección y privado del exterior sabrá gobernar?
Desde este punto de observación jamás alcanzaré a ver cómo conseguir mis sueños, sólo sabré cuentos, prejuicios y retratos de él que no provienen de mi voz ni experiencia. Debo salir de este estado de algún modo, como dice Kant, en su breve ensayo "¿Qué es la ilustración?":
"La ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad. El mismo es culpable de ella. La
minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un
defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración."

Otra cosa de la que me he percatado es que dentro de mis múltiples personalidades existen dos cuyas voces son fuertes en mis acciones. Una es filósofa y otra artista. Una se pregunta mientras la otra se apasiona. Una razona y la otra actúa con el frenesí del instante y por sus contradicciones no sé conjugarlas. Creo que por esto mismo puedo ser una un día y al otro día contradecirme...Bueno, no voy a ningún punto con esto, fue algo de lo que me acabo de dar cuenta y tengo ganas de escribir. De todas formas, es como si esas dos partes se alejaran de mi corporalidad siempre, lo que digo a la mayoría de gente (se exceptúan unos cuantos, o uno) son sólo frases experimetales para sustituir el instinto que tiene toda la gente (del que yo carezco) de establecer relaciones sociales. Como decía al principio de esta azarosa entrada, debo aprender a hacer honesta, aunque no agrade a la mayor parte de la gente.

Bueno, creo que seguiré haciendo entradas como estas, hay cosas que olvido, supongo que escribirlas me ayudará a progresar en mis decisiones.

lunes, 8 de febrero de 2010

El tiempo. ¿Va más rápido de lo que tus recuerdos pueden abarcar de algún pasado?, posiblemente sea así. Aunque ultimamente siento que entre cada segundo se encierra un enlace de eternidad. Todo y yo, y la nada y yo, de un momento pasamos al tiempo y al otro nos encierran las montañas; mudamos de estación, pero dentro de ese cambio han pasado tantos inviernos que no podrían conjugarse dentro de un todo pues son tan distintos como el soslayo que disparo al mundo y la sonrisa que pintan los problemas, las decisiones.
¿Cuántas veces te has planteado objetivos?, ¿cuántas veces se han desteñido al cambiar de océano a nubes?
No, ya no sé con qué mano sostengo las raices. Ni siquiera sé si sostengo algo. El suspiro llega a otros pulmones que no exhalan, sé que no desistiré en esto. Camino sin plantear el destino, si tan sólo pudiera deshacerme del regreso...

Ha pasado una eternidad que ya no cabe en el tiempo y sus mesuras.
¿Qué se sentiría tener un sólo nombre?
Eso es algo a lo que nunca podré responder.